Prevención de las alteraciones de la rumia

¿Qué caracteriza a un animal rumiante?

Los animales que se denominan rumiantes comprenden aquellos que tienen un órgano digestivo llamando rumen. De este grupo hacen parte animales domésticos como los bovinos, bufalinos, camélidos (camellos, dromedarios, alpacas, vicuñas, llamas), caprinos y ovinos.

El rumen es un saco glandular de gran capacidad donde ocurren procesos fermentativos del alimento que consumen los animales. Existen poblaciones de miles de millones de microorganismos como bacterias, protozoarios, hongos, arqueas en el rumen. A esta población en todo su conjunto se le denomina microbiota. Estos microorganismos son los que digieren y procesan todo el material vegetal que es consumido por los rumiantes. Luego, liberan ácidos grasos volátiles (AGV) que son absorbidos por los rumiantes y constituyen su principal fuente de energía. Además, en este proceso se libera CO2 y metano CH4. Un desbalance en estos procesos conlleva a alteraciones de la rumia.

En el rumen existen unas condiciones controladas por la fisiología que, cuando hay cambios bruscos, se producen enfermedades y trastornos. La microbiota también es susceptible de estos cambios y por lo tanto, muchos microorganismos terminan muriendo. La mayoría de las bacterias ruminales se adhieren al material fibroso vegetal y producen amilasa y enzimas proteolíticas para digerirlo. Sin embargo, cuando empiezan a morir, los trastornos ruminales se manifiestan de diversas formas.

¿Cuáles son los principales trastornos ruminales?

El rumen es un saco gigante que ocupa más de la mitad del volumen del abdomen en los rumiantes. En los bovinos tiene una capacidad entre 100 y 150 litros, mientras que en ovinos es de 6 litros. Cuando ocurren desbalances que afectan al rumen, se producen cambios de tipo bioquímico, biofísico y microbiológico que interfieren con el proceso de la rumia.

Las alteraciones de la rumia pueden ser de tipo mecánico o de tipo fermentativo.

Alteraciones de la rumia de tipo mecánico

  1. Retículo-peritonitis traumática.

Esta alteración de la rumia se produce por la ingestión de un cuerpo extraño de tipo cortopunzante. Las vacas son animales que no diferencian ni seleccionan su alimento y durante el consumo pueden ingerir objetos extraños. Dentro de los elementos más frecuentes están las puntillas, pedazos de metal, alambres, entre otros. Estos objetos se alojan en el retículo que está junto al rumen y por los movimientos digestivos terminan perforando los órganos. La perforación del rumen y retículo puede terminar en perforación del peritoneo también. Este trastorno genera la parálisis del rumen (hipomotilidad) y puede llevar a la muerte a los animales afectados.

  1. Indigestión vagal.

La indigestión vagal es una alteración de la rumia que se da por la afectación del nervio vago (par craneal X). Produce dos tipos de trastorno principales: El primero se denomina Síndrome de estenosis funcional anterior, que es una dificultad del paso de alimento en el orificio retículo-omaso. El segundo se llama Síndrome de estenosis funcional posterior, que es la dificultad del paso del bolo alimenticio hacia el píloro. La indigestión vagal genera signos como anorexia, tenesmo, distensión abdominal severa por acúmulo de gases y deterioro general. Los animales están en alto riesgo de morir por esta alteración de la rumia.

  1. Timpanismo ruminal

Esta alteración de la rumia en realidad es un signo evidente en los animales; puede tener diversas causas. Los rumiantes eliminan los gases producidos en la fermentación a través de eructos. Si hay alguna obstrucción (en esófago, por ejemplo) o alteración digestiva (timpanismo espumoso, por ejemplo) que impida la liberación de eructos, el gas se empezará a acumular en el rumen. Este acúmulo de gas en el rumen genera la distensión del órgano y la compresión de los demás órganos. Puede llegar a ser mortal si la distensión no se trata a tiempo o es severa, porque comprime los pulmones impidiendo que el animal respire.

Alteraciones de la rumia de tipo fermentativo

  1. Disbiosis ruminal

En este trastorno hay un cambio en la proporción poblacional de los microorganismos que habitan en el rumen. Esto tiene como efecto un cambio en los procesos de digestión de los rumiantes.

  1. Indigestión simple

Los rumiantes en algunas ocasiones pueden consumir accidentalmente materiales extraños como plásticos. Este tipo de objetos se aloja en el rumen y debido a su naturaleza y tamaño, queda atrapado y no puede ser digerido por los animales. La indigestión simple genera una alteración de la rumia y puede complicarse poniendo en peligro la vida del animal.

  1. Acidosis ruminal

La acidosis ruminal es tal vez la alteración de la rumia más conocida debido a su importancia clínica y frecuencia de casos. Este trastorno ruminal es complejo por todos los cambios que ocurren en el rumen y es el más grave de todos. Se da principalmente por cambios bruscos en la dieta y el incremento de carbohidratos de fácil digestión. La microbiota, especialmente las bacterias Streptococcus spp. y Lactobacillus spp. convierten estos carbohidratos en ácido láctico. La formación del ácido láctico como producto metabólico afecta no solo al rumen sino genera un desbalance ácido-base del animal. La muerte se puede producir incluso en 24 horas.

Prevención de las alteraciones de la rumia

Las medidas adoptadas para evitar las alteraciones en la rumia deben ser múltiples. En general, se debe tratar de prevenir todas las alteraciones anteriormente descritas porque afectan la producción y pueden llevar al animal a la muerte.

  1. Limpieza de potreros: las instalaciones donde se alojan a los rumiantes deben permanecer totalmente limpias. Hay que tener cuidado con los residuos plásticos, cortopunzantes, basuras y otro tipo de materiales que puedan ser ingeridos por los rumiantes.
  2. Uso de imanes para atrapar materiales cortantes de naturaleza metálica, ya que son los más frecuentes en la retículo-peritonitis traumática.
  3. Evitar cambios bruscos en la dieta: este tipo de eventos favorecen el desequilibrio bioquímico del proceso de fermentación en el rumen. Los cambios de dieta se deben hacer paulatinamente.
  4. Evitar exceso de carbohidratos de fácil digestión: hay que procurar dar las cantidades exactas y necesarias de carbohidratos en la dieta de los rumiantes. Alimentos como frutas y el mismo grano del pienso deben darse con precaución para evitar el exceso de carbohidratos. Estas sustancias son las que desencadenan la acidosis ruminal.
  5. Uso de forrajes: si hay escasez de pastos por temporada de verano, se debe evitar aumentar la cantidad de pienso. En su lugar, se recomienda tener reservas de forrajes en forma de silo o heno para suplir el alimento de los animales.
  6. Evitar forrajes cortados: en algunas ocasiones se piensa en administrarle a los animales algún forraje cortado con podadora o máquinas que forman partículas finas. El forraje en partículas pequeñas genera que el animal no realice correctamente la rumia, disminuye la producción de saliva y genera acidosis ruminal.
  7. Salud de hato: se recomienda que las granjas de rumiantes manejen un programa de salud de hato que garantice el mejor estado de los animales. Algunas de las alteraciones de la rumia son consecuencia de trastornos de otros órganos o sistemas y deben prevenirse.
  8. Adición de Bicarbonato de sodio: el médico veterinario puede calcular una cantidad de Bicarbonato de sodio para administrar a las vacas que tengan riesgo de desarrollar acidosis ruminal.
  9. Uso de probióticos: se ha comprobado que agregar aceites esenciales o levaduras en la dieta como Saccharomyces cerevisiae y Megasphaera elsdenii tiene un efecto protector frente a alteraciones de la rumia.
  10. Estimulantes de la rumia: hay disponibles productos como Alquerplus ruminatorio que favorece el desarrollo rápido de la microbiota del rumen en los periodos críticos para el sistema digestivo (destete, cambio de dieta) y facilitan la digestión de los componentes más importantes del alimento. Este producto contiene vitaminas, aminoácidos, sales minerales y probióticos (para repoblar la microbiota) y pronutrientes (mejoran la fisiología digestiva). Es indispensable que el proceso de rumia sea correcto para prevenir la aparición de enfermedades metabólicas en los rumiantes y las funciones orgánicas sean adecuadas.

Conclusiones

Los rumiantes comprenden un gran grupo de animales que incluyen bovinos, camélidos, caprinos y ovinos. Se caracterizan por poseer un saco fermentativo gigante llamado rumen donde se procesa el alimento que consumen.

Sin embargo, este gran órgano puede sufrir alteraciones mecánicas o fermentativas que inducen procesos de enfermedad que afectan a los rumiantes. Estos problemas del rumen son frecuentes en ganadería y es importante reconocerlos y prevenirlos.

Entre las alteraciones mecánicas pueden incluirse la reticulo-peritonitis traumática, la indigestión vagal y el timpanismo ruminal. Por otro lado, los trastornos fermentativos incluyen disbiosis ruminal, indigestión simple, acidosis ruminal.

De esta manera, es fundamental considerar la prevención de estas alteraciones de la rumia. Los mecanismos de prevención se relacionan con limpieza de potreros, suministrar de forma adecuada el alimento (forraje o pienso), y usar compuestos como estimulantes de la rumia para favorecer la salud del rumen.

Jerson Andrés Cuéllar, 2021.

Fuente: https://www.veterinariadigital.com/articulos/prevencion-de-las-alteraciones-de-la-rumia/

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